Los Omeya (756-1031) gobernaron un al-Ándalus dividido en diversos grupos raciales y religiosos. Entre los musulmanes estaban los árabes, los sirios, los yemeníes, los bereberes y los muladíes (cristianos conversos al islam); después los cristianos, llamados mozárabes, que podían ser de origen godo o hispanorromano, los judíos y los eslavos, que solían ser esclavos y libertos.