Cuando cruzamos el umbral del año 20 del siglo XXI, en el que parece que se desvanecen los viejos valores y las naciones antiguas ven decaer el vigor de antaño, tenemos casi el deber de fijar la mirada y recobrar la memoria de hombres que encarnaron en grado heroico las virtudes hoy menospreciadas, como el patriotismo, el sentido del deber y la lealtad, llevadas al extremo de entregar incluso la propia vida. Nos puede parecer hoy día increíble, pero hubo españoles así en otros tiempos, hoy casi olvidados, cuya memoria es necesario restablecer, pues son una fuente de enseñanzas para esta generación sumida en un hedonismo estéril que solo produce indiferencia.