Condenado a muerte. Historia y trastienda del juicio a José Antonio

El 14 de noviembre de 1936, en la Prisión Provincial de Alicante, se iniciaba el juicio mediante jurado constituido por representantes designados de los partidos del Frente Popular contra José Antonio y Miguel Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, y Margarita Larios, esposa del segundo. El Tribunal Popular se instalaría en la propia prisión provincial, pues se temía una posible fuga o intento de liberación de los acusados.

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José Antonio Primo de Rivera, en busca del descanso eterno

Después de profanar la tumba del general Francisco Franco y de ofender al rey Juan Carlos I, que ordenó la inhumación de su predecesor y benefactor en el Valle de los Caídos, Pedro Sánchez pronunció unas palabras que dieron a los timoratos el alivio de, por fin, haber solucionado el conflicto: «En unos días, cuando el Valle vuelva a abrir sus puertas, quienes accedan se encontrarán con un lugar distinto. Porque desde hoy quienes yacen son ya todos víctimas y solo víctimas. Cuando el Valle vuelva a abrir sus puertas simbolizará algo distinto: el recuerdo de un dolor que no debe volver a repetirse jamás y un homenaje a todas las víctimas del odio».

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La exhumación de José Antonio. Otra víctima de una campaña electoral

Hace escasas semanas, toda España se hizo eco de que, una vez entre en vigor la nueva Ley de Memoria Democrática, se llevará a cabo la exhumación de José Antonio Primo de Rivera del Valle de los Caídos, así como la de Queipo de Llano, teniente general de caballería que, junto con Mola y Sanjurjo, formó parte del golpe militar contra el gobierno del Frente Popular

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Velázquez, pintor cortesano

La historia de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez es la historia de unas manos certeras al servicio de una retina prodigiosa y un cerebro privilegiado. Su obra atestigua una increíble capacidad de penetrar en la realidad y plasmarla óleo sobre lienzo, con una justeza de tono, color y dibujo y una facultad de síntesis que tuvo comienzo con su naturalismo tenebrista y que desembocó en unas formas casi carentes de materia, en figuras etéreas, y que sin embargo son, como dijo Antonio Palomino, «verdad, no pintura».

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Santiago Ramón y Cajal y el problema de España

En un ocasión, Pedro Laín Entralgo, médico, historiador y filósofo, director de la Real Academia Española entre 1982 y 1987, se refirió con el apelativo de «generación de sabios»a la generación científica española de la década de 1880, caracterizada por el despegue de nuestra ciencia hacia la producción propia y la internacionalidad. Entre los miembros de este selecto grupo tenemos a Marcelino Menéndez Pelayo, Francisco Mas y Magro, Jorge Francisco Tello Muñoz y, por encima de todos, a don Santiago Ramón y Cajal, una de las figuras cimeras en la historia de la ciencia española y un reconocido humanista dotado de una visión preclara sobre nuestra historia y los problemas a los que se debería enfrentar la nación, tanto en su época como en tiempos venideros.

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Hernando de Soto, el descubridor de Norteamérica

El cine se inventó una conquista del Oeste exclusivamente angloamericana. Pero nada más lejos de la realidad. Incluso los mapas desmienten esta visión, con topónimos como San Diego, San Francisco, San Antonio, Los Ángeles, El Paso, Florida o Miami. Fueron españoles los primeros europeos que exploraron el suroeste de Estados Unidos. Hay que citar por fuerza algunas de esa primeras exploraciones, como la de Alvar Núñez Cabeza de Vaca (1528).

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Luis de Unzaga y el nacimiento de Estados Unidos

Hace poco escribí un artículo titulado «Lo que le debe EEUU a España», en relación con todo lo aportado por la monarquía hispánica en el siglo XVIII para que las Trece Colonias se independizaran de Inglaterra. Hombres, pertrechos, logística, pólvora, material, cañones y una serie de maniobras, militares y diplomáticas, para que se consiguiera aquel propósito. Es mucho más que lo que se dice, que lo que trasciende. Muchas personas participaron en aquellos hechos y pocas son las que se conocen. Poco a poco van saliendo a la luz protagonistas que bien merecen homenajes, libros o películas. O quizás un reconocimiento oficial por parte del Gobierno norteamericano, acostumbrado a olvidar esa ayuda y a menospreciar a sus aliados de antaño.

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Cosme Damián de Churruca y Elorza

Cuando cruzamos el umbral del año 20 del siglo XXI, en el que parece que se desvanecen los viejos valores y las naciones antiguas ven decaer el vigor de antaño, tenemos casi el deber de fijar la mirada y recobrar la memoria de hombres que encarnaron en grado heroico las virtudes hoy menospreciadas, como el patriotismo, el sentido del deber y la lealtad, llevadas al extremo de entregar incluso la propia vida. Nos puede parecer hoy día increíble, pero hubo españoles así en otros tiempos, hoy casi olvidados, cuya memoria es necesario restablecer, pues son una fuente de enseñanzas para esta generación sumida en un hedonismo estéril que solo produce indiferencia.

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Las primeras mujeres en América

Durante todo el siglo XVI existió una constante emigración femenina desde los diversos territorios de la península hacia las colonias castellanas en América. No se conoce con exactitud cuántas mujeres partieron hacia América porque muchas no figuran en los registros y otras viajaron ilegalmente, pero entre 1509 y 1607 se han contabilizado 13.218 pasajeras.

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Luis de Córdova, un lustre marino

Luis de Córdova y Córdova nació en Sevilla el 8 de febrero de 1706, hijo de familia noble. Fue bautizado en la parroquia de San Miguel el 12 de febrero de ese mismo año. Su padre, Juan de Córdova Laso de la Vega y Puente, marino y caballero de Calatrava, y su madre, Clemencia de Córdova, hija del marqués del Vado, eran primos. Pero, gracias a una dispensa de consanguinidad, contrajeron matrimonio el 20 de septiembre de 1692. Ambos bisabuelos de Luis habían sido caballeros de Santiago y Alcántara, al igual que otros parientes cercanos.

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