El presente texto se refiere a uno de los generales peninsulares avecindado en el norte del virreinato que jamás pensó convertirse en virrey de la Nueva España, pero que, con la irrupción de una rebelión de grandes proporciones, tuvo la posibilidad de desarrollar sus dotes militares para defender al imperio español y, de paso, aprovechó el caos imperante para concretar sus intereses personales.