A mediados del siglo VIII y con buena parte de Hispania aún bajo dominio musulmán, se produjo la creación de uno de los más ancestrales y desconocidos precursores de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en España: la shurta andalusí, una fuerza de seguridad a cuya existencia puso fin, en el siglo XIII, el avance de la Reconquista cristiana.
La invasión musulmana peninsular del año 711 fue un hecho de gran trascendencia que, aún hoy, sigue siendo un interesante tema de debate historiográfico. Sobre todo, por las consecuencias que ello tuvo durante los siglos posteriores. Y es que la resistencia hispana ante el avance islámico desde el norte de África, gestada en las entrañas de la fortaleza natural de la cordillera Cantábrica, fue determinante para salvaguardar la identidad europea occidental de la que en parte hoy somos herederos. No obstante, sería una necedad no reconocer que la prolongada presencia musulmana en Hispania dejó tras de sí ciertos hitos de gran interés desde el punto de vista histórico y cultural: uno de ellos fue sin duda la institución de la shurta, una fuerza de seguridad creada durante el emirato andalusí de Abderramán I (756-788).
Tras su conquista, Hispania fue reconvertida en una provincia más de un inmenso imperio cuyos límites orientales se extendían hacia las actuales Siria e Irak. La provincia, denominada inicialmente al-Ándalus por los invasores, se organizó como un emirato, esto es, como una provincia dependiente de una sede central o califato, limítrofe con territorios en disputa, sometida a constantes enfrentamientos bélicos y cuyo gobierno se encomendaba, en consecuencia, a un gobernante con autoridad civil y militar conocido como emir. Sin embargo, las tensiones políticas y sociales en el seno del califato determinaron que, en el año 756, el por entonces emir de al-Ándalus, Abderramán I, se declarase políticamente independiente de su califa.
De esta forma, el nuevo poder central que surgía en la Hispania musulmana, y cuya identidad cultural seguía todavía muy vinculada a oriente, buscó en aquel referente ideológico el patrón que habría de guiar la creación de una herramienta que, junto a la autoridad judicial de los cadíes, garantizase el mantenimiento del nuevo orden legal y social de lo que, al poco tiempo, se convertiría en todo un califato independiente. Esa herramienta sería la shurta.
La etimología de la palabra shurta en cuanto fuerza policial se encuentra en la palabra latina cohors (cohorte), que, además de para referirse a una unidad militar romana, se utilizaba también en tiempos del Imperio romano para denominar a las cohortes urbanae, unidades de élite creadas por Augusto en el siglo i a. C. con la misión específica de combatir el bandidaje y la delincuencia urbanas en Roma.
(Fragmento del artículo publicado en el número 9 de nuestra revista. Para leer más, haz click a continuación).