A lo largo de la historia de la Hispanoamérica independiente, el argumento de que los españoles han sido los culpables de nuestras innumerables miserias ha calado de manera satisfactoria en el imaginario colectivo. Muchos son los americanos que piensan que sus países llevan siglos sumidos en la miseria debido a que los desalmados españoles decidieron robarle a América sus metales preciosos y toda cosa de valor, condenando a este lado del atlántico a unas condiciones de pobreza que parecen sempiternas.