La batalla de Teruel
A finales del año 1937, el ejército franquista tenía ya controlada la práctica totalidad de la zona norte peninsular. Fruto de las campañas desarrolladas a lo largo del verano y el otoño, habían sido tomadas Vizcaya, Santander y Asturias. Ahora los planes de Franco eran dirigirse a Guadalajara, para desde allí lanzar el ataque definitivo sobre Madrid, dando así por finalizada la guerra.
El asedio al Alcázar de Toledo. Resistencia a ultranza
Después del golpe del 17 de julio, las tropas de África al mando del general Yagüe lograron cruzar el Estrecho de Gibraltar con la intención de iniciar una larga marcha hacia el norte y tomar Madrid, pero la resistencia de los soldados de la República fue más intensa de lo que en un principio se había esperado. Poco a poco, las ciudades y pueblos de la Baja Andalucía y Extremadura que no se habían unido al Alzamiento cayeron en manos de los sublevados.
El hundimiento del Baleares. El desastre del buque insignia de Franco
Hasta principios de 1938, la flota gubernamental había demostrado una cierta falta de iniciativa, dejando el dominio del mar en manos de la flota franquista, muy inferior en número pero que utilizaba sus unidades con gran voluntad ofensiva y eficacia. Esta situación provocó un exceso de confianza en algunos de sus mandos, que estaban convencidos de la incapacidad técnica del adversario.
Cosme Damián de Churruca y Elorza
Cuando cruzamos el umbral del año 20 del siglo XXI, en el que parece que se desvanecen los viejos valores y las naciones antiguas ven decaer el vigor de antaño, tenemos casi el deber de fijar la mirada y recobrar la memoria de hombres que encarnaron en grado heroico las virtudes hoy menospreciadas, como el patriotismo, el sentido del deber y la lealtad, llevadas al extremo de entregar incluso la propia vida. Nos puede parecer hoy día increíble, pero hubo españoles así en otros tiempos, hoy casi olvidados, cuya memoria es necesario restablecer, pues son una fuente de enseñanzas para esta generación sumida en un hedonismo estéril que solo produce indiferencia.