La batalla de Cajamarca. El imperio que cayó en una hora
Por
Luis E. Íñigo
El Imperio inca era, a la llegada de los españoles, la construcción política más extensa de todo el continente americano. Formaba su inmenso territorio una alargada franja limitada por la costa del Pacífico, al oeste, y la selva amazónica, al este, que se extendía de norte a sur más de cinco mil kilómetros, desde el actual Ecuador hasta las regiones septentrionales de Chile. Por supuesto, no se trataba de un espacio en absoluto homogéneo. Sierra, selva, costa, altiplano y desierto se alternaban con irregular cadencia en sus paisajes.