Sancho Dávila y Daza, el rayo de la guerra

Hijo de cristiano nuevo y comunero, devoto católico, leal, valiente y aguerrido. Se curtió en Alemania, Italia y África; en Flandes derramó sangre, se ganó el respeto de sus hombres y el temor de sus enemigos. Fue tentado por la reina de Inglaterra, mas jamás traicionó a su rey. Por los pecados de su estirpe sufrió el desdén del emperador, mas no así el de su amigo y camarada, el duque de Alba, que siempre le favoreció y aconsejó. Esta es la historia de un hombre que, como tantos otros españoles de su tiempo, buscó fortuna al servicio del rey y honor en la milicia.