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En el siglo XVI, Marineo, profesor de la Universidad de Salamanca, afirmó que «no deberíamos dudar de que cualquier cosa memorable que encontremos en España se debe a los romanos». Aunque la afirmación del humanista español nos pueda resultar exagerada, no podemos dudar de que las bases de la cultura y de la historia de España las encontramos en el cristianismo y en Roma. Hispania es hija de Roma y, por eso, dedicamos este número al esplendor de la Hispania romana, con artículos de divulgadores de la talla de Paco Álvarez, autor de Somos Romanos (Edaf) y de Javier Martínez-Pinna, autor de Eso no estaba en mi libro de historia de las guerras púnicas (Almuzara). Por su parte, Martí P. Coronado, colaborador habitual de Laus Hispaniae, nos hace un recorrido por la biografía de Viriato, protector de Hispania.
Nos complace presentaros el dossier elaborado por Joaquín Peña, autor del libro Españoles en Bosnia, dedicado a la intervención de los soldados españoles en un conflicto en el que pudieron dejar huellas de un extraordinario heroísmo. Del mismo modo, para nosotros es todo un orgullo recuperar a dos de nuestros grandes colaboradores, Augusto Rodríguez de la Rúa, con un artículo sobre Hernán Pérez del Pulgar, un personaje fundamental de la Reconquista, y Javier Ramos, con quien viajaremos a una de las provincias más bellas de la geografía española: Badajoz. Para terminar, nos gustaría recordar las palabras del hispanista Raymond Carr: «El derecho romano, al unificar la región haciendo de ella una entidad identificable, fue responsable de la creación de la idea de una identidad hispánica, contrapuesta a las puramente locales; en este sentido es posible contemplar la propia España como una invención romana y considerar que la historia española comenzó en el periodo romano».